Es una técnica que consiste en disimular la cicatriz, con el demógrafo introducimos el  pigmento deseado en la epidermis. Se encargan de ir tapando el color volviéndola uniforme con el de la piel, sin embargo al depositar estos pigmentos en la capa de la piel mas externa, no es un tratamiento definitivo, y seria conveniente repetir una o dos veces al año.

La duración va a depender del tipo de piel de cada persona, los cuidados posteriores, exposición al sol, uso de cremas, entre otras.

A pesar de ser temporal, su idea es camuflar la marca gracias al tatuado con un color muy similar o casi exacto del color de piel de la zona que se va a aplicar. 

No obstante, es importante tener ven cuenta que no siempre es posible conseguir un resultado completamente natural o satisfactorio, ya que no todas las cicatrices se comportan de la misma manera, sin embargo, en general los resultados son excelentes.

También saber, que no en todos los casos puede aplicarse la micro pigmentación para tapar una cicatriz. Primero de todo ha de tener un color estable, no tratarse de queloides, poseer hundimientos, presentar dolor al tacto, extensión demasiado grande y que tenga una antigüedad de mas de 6 meses .

Entre 6 y 12 meses para poder iniciar el tratamiento y su color sea blanquecino. 

Hay que tener en cuenta que la textura de la cicatriz no la perdemos.
Su precio varía según el tamaño de la cicatriz. Primero se valorará y se hará presupuesto .